viernes, 2 de noviembre de 2012

Hacia atrás en igualdad


España ha retrocedido 14 puestos en el índice global de igualdad de género del Fondo Económico Mundial (WEF), principalmente debido a la disminución de la presencia femenina en ministerios.
Se coloca en el vigésimo sexto lugar tras retroceder catorce puestos en tan sólo un año. Este estudio que evalúa a los países en función del grado de equilibrio social entre sexos responsabiliza en gran parte de la disminución a la ausencia de mujeres en puestos de responsabilidad ministerial.
Es la edición séptima de este informe que ordena los paises según su capacidad para cerrar la brecha de género en cuatro áreas consideradas clave: el acceso a la salud, la educación, la participación política y la igualdad económica.
Los países que lideran esa lista son: Islandia, Finlandia, Noruega y Suecia-
Por delante de España figuran también Cuba, Austria, Canadá, Estados Unidos, Mozambique, Burundi y Australia.
El avance que supuso en España leyes como la de Igualdad de 2007, que planteaba medidas para que hubiese más corresponsabilidad en las tareas de cuidado, la ampliación del permiso de paternidad, la paridad electoral...va dando pasos hacia atrás
La escasez de políticas de apoyo no solo está dificultando que se reduzca la brecha de género, sino que ha provocado una caída del índice de natalidad sin perspectivas de mejora.
El WEF reconoce que a pesar de que algunos países como por ejemplo los países nórdicos, han cerrado la brecha en más del 80%, son pocas las que lo han trasladado al mercado laboral, la participación económica y la igualdad de oportunidades, según el Fondo Económico Mundial, estas sociedades han hecho posible que los padres hagan compatibles trabajo y familia, lo que ha resultado en altas tasas de participación laboral femenina, mayor reparto en el cuidado de los hijos y una distribución más equitativa del trabajo en casa”, no como otros países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) como Alemania, Japón, Italia y España, donde políticas insuficientes en este sentido hacen que tanto las tasas de nacimiento como de participación laboral de la mujer sean más bajas.